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Bienvenidos al nuevo año escolar 2023-2024 UE Nuestra Señora de Belen "Colegio Seráfico". Juntos por la Educacion del Futuro

HISTORIA



RESEÑA HISTORICA DE LA UNIDAD EDUCATIVA
NUESTRA SEÑORA DE BELEN
A finales del siglo XVII tenemos noticia sobre la existencia de una pequeña capilla llamada “MUCUJUN”,  la cual se encontraba en el lugar donde existe la Iglesia Nuestra Señora de Belén.
El territorio que actualmente conforma la parroquia Nuestra Señora de Belén fue desmembrado de la Parroquia San Juan Bautista de Milla según consta en el libro de Gobierno.  Fue Mons. HILARIO BOSET, Obispo Diocesano quien en nota fechada en Maracaibo el 14 de enero de 1858 “Erigió en Parroquia Eclesiástica bajo el Título de Nuestra Señora de Belén el territorio civil de Arias”.
De esta manera se erigió canónicamente  la parroquia Nuestra Señora de Belén y se nombró a su primer Párroco Juan Bautista Arias. En el año 1941 la parroquia pasó a cargo de la orden de Hermanos Menores (Capuchinos) siendo el reverendo padre Indalecio de Santibañez  el primer capuchino que llegó a esta parroquia.
El Padre Indalecio de Santibañez fue nombrado como primer párroco capuchino de Belén por ser el padre más indicado para hacerse cargo. En plena juventud dotado de un maravilloso don de gente, buen conocedor de Mérida y su ambiente, por haber acompañado al Señor Arzobispo Monseñor Acacio Chacón Guerra en varias visitas pastorales. Pronto su figura de capuchino se hizo popular en Mérida y por supuesto en toda la Arquidiócesis.
El 28 de septiembre del año 2000 la Arquidiócesis de Mérida, representado por el Presbítero Cándido Contreras Provicario General, recibió de la orden capuchina representada por el reverendo Padre Francisco Robles la Parroquia Nuestra Señora de Belén iniciándose así una nueva etapa Diocesana en la vida de esta iglesia parroquial. A partir de este momento ha estado al frente de esta comunidad parroquial el Presbítero Juan de Dios Peña Rojas (Párroco 2000).
En 1965 se abre en la ciudad de Mérida, el colegio externo con el nombre de Colegio Seráfico de Belén, el cual, se inscribe en el Ministerio de Educación y cuya resolución de inscrito en ese departamento se recibe en abril de 1966. La finalidad, en principio, de este centro de estudios primarios, fue la de ayudar económicamente al Seminario que para esta fecha existía en la parroquia Nuestra Señora de Belén quien contaba con 34 seminaristas, todos estudiantes de Educación Media.
Los principios fueron difíciles porque en ese mismo año fundan también en la ciudad los hermanos de la Salle, y todos sabemos el prestigio que gozan en el campo de la enseñanza esta congregación religiosa. Hubo que luchar mucho para poderse abrirse paso. No nos debe extrañar que la inscripción de los dos primeros años fueran insignificantes.
El director fundador del colegio fue el Padre Constantino de Casasola y el Subdirector el padre Máximo Méndez, para esta fecha existía en el colegio un director seglar llamado Olivo Olivari . Es de hacer que para el período escolar 1966 -1967 se incorpora a la planta profesoral la Profesora Aura Consuelo Aranguren de Ramírez, quien permanece activa en esta institución.
En 1967 hubo capítulo custodial y es destinado a Mérida como director el Padre Francisco Robles quien venía del colegio San Antonio de la Florida de Caracas. El 11 de septiembre llega a esta residencia y se hace cargo del Plantel como Director. Vale la pena resaltar que el Padre Francisco Robles Rodríguez dedicó toda su vida desinteresadamente, con un gran espíritu vocacional, en pro de la formación de los niños merideños; a él se  debe lo que hoy en día es nuestro colegio.
Para el año escolar 1967-1968 el número de alumnos era de 119 los cuales no cubrían los gastos del profesorado, mucho menos podían ayudar económicamente al Seminario. En años subsiguientes aumentó considerablemente la inscripción, sobrepasando en el curso 1969-1970 los 350 muchachos.
En el año 1971 cambia de denominación recibiendo el nombre de Colegio Seráfico “Nuestra Señora de Belén”, nombre tomado en honor a la Patrona de la parroquia “Nuestra Señora de Belén”.
En 1971, el Padre Viceprovincial, Padre Plácido Gutiérrez ve la necesidad de ampliar el Colegio. Para ello compra un terreno adjunto a la casa por la cantidad de Bolívares 45.000 mil y al poco tiempo comienza la construcción y acondicionamiento de siete nuevas aulas las cuales empiezan a funcionar en el año académico 1971-1972. La obra tuvo un costo superior a los 192.000 mil Bolívares, ya que se hicieron al mismo tiempo algunas reformas para el Seminario y para la residencia de los religiosos. El Padre Plácido no escatimó recursos económicos hasta no ver terminada totalmente la obra. Hoy es todo un colegio cuya amplitud de aulas, luz y ventilación son conocidas por la comunidad merideña.
En 1972 estuvo como Subdirector el Padre José Luís Rojo y posteriormente el Padre Domingo Cadierno. La capacidad del plantel es de ochocientos alumnos y la solicitud de inscripción sobrepasa el cupo actual.
En este mismo año escolar el número de alumnos es de ochocientos  cincuenta y dos divididos en 15 secciones, atendidos por el Director, 15 docentes, todas ellas graduadas, más 2 auxiliares de Preescolar. El colegio es mixto y se tiene las ramas de Preescolar y Primaria.
La vida del Colegio no ha sido nada fácil. Se han confrontado muchos problemas que, afortunadamente, se han podido vencer con el esfuerzo de todos, especialmente de los Superiores Mayores, a quienes hay que reconocer su interés y su simpatía por el Colegio, lo que debe merecer la gratitud de todos.
Las perspectivas para un próximo futuro no son nada halagüeñas. De todos son conocidas las dificultades económicas que próximamente se van a presentar. Si el Estado no ayuda a estos planteles de las provincias, estos no tendrán otra salida que cerrar sus puertas, porque no podrán cumplir sus compromisos con el profesorado, al cual hay que pagarle lo que realmente se merece y al que tienen derecho. Esperamos,  sin embargo, de la buena voluntad de los que están al frente de los destinos de la nación.
Si esto es así el Colegio seguirá ejerciendo en la comunidad merideña su influencia benéfica y nosotros seguiremos formando hombres útiles a la Patria.
El Colegio fue inscrito en la AVEC (Asociación Venezolana de Educación Católica) comenzando a percibir el Subsidio, gracias a Dios y a esta asignación el Colegio pudo seguir adelante.
El Reverendo Padre Francisco Robles Rodríguez estuvo al frente de la Dirección del Plantel hasta el año 2000. A partir la de la presente fecha, la Institución pasa a formar parte de los Colegios Arquidiocesanos de esta ciudad, ya que, fue entregada por los Hermanos Capuchinos menores para que fuera dirigido y administrado por la Arquidiócesis de Mérida, en comodato, por un lapso de veinte  (20) años. Así mismo, en ese mismo año 2000, asume la Dirección del Colegio la Profesora Aura Consuelo Aranguren de Ramírez quien desempeñó ese cargo hasta el mes de septiembre del año 2005. La Profesora Aura ha laborado durante cuarenta y dos (42) años, demostrando vocación de servicio y entrega en beneficio de los niños de esta prestigiosa Institución. Entre otras Docentes  también es meritorio destacar por su desempeño y años de servicio las Profesoras: Marilú Rojas de Araque, Gertrudis del Carmen Serrano Ramírez, Edicta Peña de Guerrero, Nancy Venegas,…entre otras.
El 13 de septiembre del año 2005, asume la Dirección del Plantel la Lcda. María Eligia Rondón Varela quien fue nombrada por Monseñor Baltazar Porras Cardozo, con el fin de hacer realidad el sueño de la comunidad Emeritense de dar prosecución a la Tercera Etapa de Educación Básica, aprobándose por el M.P.P.P.E. y la A.V.E.C. la apertura de cuatro (4) secciones de séptimo grado para el período escolar 2006-2007; luego se aprobó la apertura de cuatro secciones de octavo grado para el período escolar 2007-2008, en el  período escolar 2008-2009 se aprobó el noveno grado de Educación Básica. Contando con una matrícula desde Preescolar   hasta noveno grado de un total de mil ochocientos treinta y dos (1832) alumnos y con una planta profesoral de 88 docentes, 11 administrativos y 10 obreros para un total de 109 personas que laboran día a día en esta prestigiosa institución escolar. La gran familia del Colegio continúa prestando su labor educativa bajo la protección divina de la Santísima Virgen “Nuestra Señora de Belén” y la bendición especial de “San Francisco de Asís”.